No caben dudas que los avances científicos logrados en los últimos años en el campo de la biología y de la bioinformática han llevado a la posibilidad de obtener una visión global de los procesos biológicos. Estos desarrollos abrieron el camino hacia la era de la “ómica” que se caracteriza por analizar un gran volumen de datos, cuya integración permiteel análisis funcional global de sistemas biológicos que deriva enaplicaciones biotecnológicas. Las principales ciencias ómicas son la genómica, transcriptómica, proteómica o y metabolómica.

Particularmente, la metabolómica se ocupa del estudio de los metabolitos (moléculas de peso molecular <1000 Da), que son el producto final de todos los procesos celulares, por lo que reflejano solamente la identidad sino también la influencia del medio ambiente sobre el organismo. Por ejemplo, a partir de la genómica se pueden descubrir propensiones a determinadas enfermedades. Sin embargo, dos individuos con genomas similares pueden tener distinta calidad de vida, hábitos o alimentación, lo que hace que su fenotipo o posibilidad de tener determinada enfermedad sea diferente. La metabolómica permite conocer el impacto del ambiente en un organismo vivo, y de esta forma, complementa la información genómica.

Esta técnica, resulta muy versátil para el estudio de distintos tipos de muestras ya que se ha utilizado en biofluídos para identificar biomarcadores de enfermedades, evaluación de tratamientos con drogas y también en estudios de plantas, bacterias, nutrición y medio ambiente entre numerosas aplicaciones.

En uno de los Institutos científicos del CCT Rosario, el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), existen líneas de investigación y equipamiento asociado a esta novedosa disciplina. El IBR cuenta con uno de los nodos de la Plataforma Argentina de Biología Estructural y Metabolómica (PLABEM), el otro se encuentra en la Fundación del Instituto Leloir (Fil), ciudad de Buenos Aires.  Esta plataforma brinda tecnología de última generación aplicada a la investigación científica, la biotecnología, la medicina traslacional y el control de alimentos. Entre los servicios que ofrece en Rosario, se destaca la metabolómica por Resonancia Magnética Nuclear. Uno de los objetivos principales del área es impulsar el desarrollo de medicina traslacional, creando equipos de trabajo interdisciplinarios en el ámbito de los Hospitales públicos para que los resultados obtenidos se reflejen en un beneficio directo a la sociedad. Actualmente, el equipo de trabajo que lidera el Dr. Alejandro Vila está llevando a cabo proyectos junto al Hospital Provincial del Centenario y al Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (Indear). Dichos proyectos se centran en la investigación clínica, más precisamente orientados a enfermedades metabólicas como la obesidad, las dislipemias y la diabetes donde los estudios metabolómicos son complementados con estudios de su microbioma intestinal. En un futuro, se espera que surjan nuevos proyectos donde puedan participar grupos de médicos con preguntas específicas que hasta el día de hoy no ha sido posible responder con las técnicas convencionales.