A las cartas de puño y letra les pasó lo mismo que a los dinosaurios: surgieron en la prehistoria de la era de la información y acabaron extinguiéndose con el vértigo de internet. El correo electrónico -la especie siguiente en su evolución- trajo lo que hasta fines del siglo XX parecía inverosímil: la posibilidad de comunicarse de manera escrita e instantánea con otros. A la par, la prensa cambiaba sus prácticas, los periódicos impresos comenzaban a tener su correlato en versión digital y los lectores dejaban de comunicar sus opiniones a través de cartas porque empezaban a contar con la chance de comentar directamente las noticias. “Hoy la lectura de una noticia en un medio virtual no termina con la del titular, sino que continúa y se completa con lo que dicen los lectores en los comentarios, que sirven como termómetro para saber qué está pensando un sector de la sociedad”, explica Julio Sal Paz, Doctor en Letras e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). El comentario digital, ubicado debajo de la noticia, se transformó así en un género discursivo y Sal Paz en el primer investigador en Ciencias Sociales en postularlo. “Es una nueva práctica de lectura y escritura que se impuso –asegura- y convirtió al periodismo en una gran conversación”.
El poder de las palabras
Género breve, dialógico, conversacional, que busca polemizar, a medio camino entre lo oral y lo escrito, con un registro propio, irónico, el comentario digital logró abrirse camino en la red y perpetuarse en el tiempo. Como generalmente se escribe con premura comunicativa, su valor argumental depende de cuánto debate quiera construir el usuario. “El comentario digital gravita entre la tertulia de amigos en un bar y la argumentación más elaborada y meditada. Justamente esa es su riqueza: que es fluctuante, por lo que permite apreciar cómo representan determinados temas los sujetos sociales miembros de comunidades discursivas y de prácticas que se aglutinan en los sitios de noticias. No tiene un mismo tenor. Hay comentarios de adhesión o rechazo, otros sin argumentación”, explica Sal Paz.
Aunque se graduó en Letras, en sus investigaciones Sal Paz se inclinó hacia el análisis del periodismo como ámbito de práctica social porque “siempre me pareció un lugar donde se reproducen los discursos que circulan en la sociedad, entonces me interesó estudiarlo en profundidad”. Comenzó indagando el tema de medios digitales en 2001, cuando los cambios propiciados por internet todavía eran incipientes, y se centró en su doctorado en el ámbito de la prensa tucumana. Los diariosClarín y La Nación habían lanzado su web cuatro años antes y La Gaceta de Tucumán hacía apenas tres. “En ese momento solo cortaban sus noticias de papel y las pegaban en la versión virtual –recuerda-. No había diferencias entre las noticias digitales y las del papel; los periódicos estaban experimentando y buscando un lenguaje propio en el nuevo soporte”.
El primer atisbo de cambio en los medios que identificó Sal Paz, desde la perspectiva de un lingüista interesado en el discurso, fue la inclusión de los foros de discusión, que luego mutaron en comentarios de las noticias. “Vi que la noticia con este agregado a manera de glosa se transformaba en algo diferente a lo que decía el papel y eso me motivó a analizarlos”. Para eso, retomó al filósofo del lenguaje Mijail Bajtin, quien dividió a los géneros discursivos en dos grupos: los géneros primarios –ligados a la conversación- y los géneros secundarios –aquellos que se nutren de los tópicos, del estilo y de las formas de la conversación con otras intenciones, para crear dispositivos comunicativos en universos de prácticas sociales concretas-. “Partiendo de esa definición, vi que los comentarios de lectores eran realmente un nuevo género: la noticia se convertía en cibernoticia. Eso le dio la particularidad”. Leer esos comentarios, según el análisis que hizo Sal Paz, es hoy una práctica más dentro de la lectura de un diario digital. “La lectura de barrido de un periódico virtual hoy no termina con el titular, sino que finaliza con la de las opiniones de los lectores, más allá de que el contenido de estos textos muchas veces no propongan un diálogo constructivo”.
Un aspecto esencial que llamó la atención del investigador fue que el comentario esté presente a pesar de convivir con la era de la imagen. “Eso significa que la palabra verbal no le disputa el reinado a lo visual y sigue teniendo un poder muy grande”. En su estudio, Sal Paz decidió dejar afuera las noticias políticas: con la proliferación de hackers, trolls y perfiles de comentaristas apócrifos, los resultados serían falsos. “En una noticia aparentemente inofensiva, en policiales u otras secciones sin operaciones políticas por detrás -explica- se suscitan opiniones de usuarios más genuinas. Esas son las que me propuse analizar”.
La esencia del comentario
Una particularidad que hace tan popular comentario digital es su carácter público. “Los usuarios tienen una necesidad de que se sepa qué opinan de tal o cual tema. Por eso digo que es una evolución de la carta del lector: no sería lo mismo que mandaran un mail privado. Lo que se busca es la exposición. Ahora, además, los comentarios se realizan a través del perfil de redes sociales, lo que los hace más creíble aún. Sin embargo, el anonimato o la construcción de la identidad digital -a través del nombre de usuario, del avatar y del propio discurso- nunca se corresponde unívocamente con la del sujeto empírico”. Los comentarios de periódicos argentinos, además, tienen sus particularidades respecto a los de otras partes del mundo: una es el uso lúdico del lenguaje, lo paródico, el doble sentido. “Eso lo vi sobre todo en comentarios argentinos, porque en otras partes del mundo, como en España donde analicé comparativamente el comentario, el humor no está tan presente”, señala Sal Paz.
Saber qué porcentaje de lectores comentan las noticias es una incógnita difícil de despejar. “La comunidad de usuarios registrados en los periódicos varía según las diferentes cabeceras –ensaya Sal Paz-. No son tantos los que comentan como los que leen comentarios. Hay temáticas determinadas que despiertan mayor participación, pero sí hay una comunidad estable de comentaristas a la que se le añaden usuarios eventuales según el tema: el paro docente, por ejemplo. Y lo que sucede en Tucumán, donde todos nos conocemos, es que ya sabemos quiénes están detrás de la pantalla, en cambio en ciudades grandes eso no es posible”. En cuanto al perfil de los comentaristas, Sal Paz dice que coincide generalmente con el perfil de lectores del diario: “Los comentaristas de La Gaceta, por ejemplo, tienen 30 años o más, pertenecen al segmento identificado como clase media, instruida, y están poco marcados en cuanto a género”.
Si bien es cierto que el comentario digital no fue el único género nacido bajo el ala de internet, sí logró ser, al decir de Sal Paz, uno de los más estables. En otros casos las salas de conversación luego devinieron en el chat, los blogs perdieron su estatus hegemónico hasta casi desaparecer del ámbito periodístico y los usuarios del Fotolog fueron capturados casi irremediablemente para subir sus fotos en Instagram. “Hay una cantidad de géneros que aparecieron en la historia de internet y se creía que iban a perdurar pero fueron mutando: ese es el problema de estudiarlos. Sin embargo, en el fondo todos parten de la misma intención comunicativa, solo que cada nueva versión asume diferentes características”. En ese contexto, el horizonte futuro del comentario digital se avizora aún lejano. “Mientras se busquen mecanismos democráticos para que no proliferen los agravios entre los comentaristas que convierten las comunidades en campos de batalla, creo que este género va a seguir vigente por muchos años más. Es la herramienta para hacer lo que otros géneros digitales en el periodismo no pudieron: que los lectores sientan que también son productores de noticias. Así –concluye- se va acercando el anhelo de un periodismo más ciudadano”.
¿Por qué se celebra el Día de internet?
En noviembre de 2005, la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información pidió a la Asamblea General de las Naciones Unidas que declarara el 17 de mayo como el Día Mundial de la Sociedad de la Información, para promover la importancia de las TIC y los diversos asuntos relacionados con la Sociedad de la Información planteados en la CMSI. La Asamblea General adoptó en marzo de 2006 una resolución por la que se proclamó el 17 de mayo como Día Mundial de la Sociedad de la Información.
El día de internet se celebró por primera vez en Argentina en Mayo de 2007 a iniciativa de la Asociación de Usuarios de Internet de Argentina. En la primera edición se organizaron 161 eventos por todo el país.
Por: CONICET Sede Central